6 nov. 2005

Calidad VS Cantidad


¿Cómo puede crecer una compañía de eventos cuyo principal objetivo es desarrollar ideas, implementarlas y cuidar todos los detalles del evento contratado?
No todos los clientes son iguales. Tampoco lo son todas las compañías de eventos. Sólo podemos hablar desde nuestra propia óptica y desde la de los clientes o proyectos que atiene IMAGINA. Somos autoexigentes, quizás por eso atraemos a los clientes que más demandan calidad de servicio. La mayoría de las veces somos citados por el comité ejecutivo de la compañía: el presidente o sus directores de ventas o mercadeo. Desarrollamos un proyecto bajo el concepto llave en mano. Desarrollamos una idea¿parece poco?. Obviamente no sólo es el primer paso sino también el más "doloroso" y difícil. Cada proyecto es un mundo y la idea de ayer para el cliente de ayer no sirve hoy para el cliente de hoy. No es igual Caracas a Margarita, ni el lanzamiento de un jabón a una convención nacional de ventas. Presupuestamos todos los rubros que forman parte de la idea. Buscamos los artistas, las locaciones, los obsequios, desarrollamos los guiones, hacemos los pertinentes bocetos y finalmente implementamos lo prometido y hacemos que la realidad sea lo más parecida a lo que había en nuestra imaginación. Estamos a medio camino entre la artesanía y la psicología, entre el artista y el técnico. Y además trabajamos para ese ser difícil, único y complejo llamado cliente. Juan Quillici, presidente de Concept sostiene la tesis de que si te dan la oportunidad de ser cliente automáticamente te conviertes en un ser complejo pues el que te sirve, debe hacerlo no según sus criterios de servicio sino según los tuyos. ¿Debe ser adivino?
¿Se parecen Cigarrera Bigott y Unilever? ¿Ponche Crema y Purina? ¿Bayer y Cargill? Para ellos hemos realizado eventos en los últimos meses, en algunos casos simultáneamente. Una auténtica locura. Un remolino de sensaciones. Veletas cambiando según la dirección del viento. Y en medio de la vorágine la pregunta clave ¿Dedicación a cualquier precio o dinero a costa de la dedicación?. Somos de las pocas compañías que a veces, le decimos que no a un proyecto. Cuando sentimos que aceptarlo puede afectar la calidad de otro proyecto. Apostamos muy duro a los compromisos que adquirimos y no queremos defraudar. Algunos, lo entienden. Otros no. Pero hemos logrado relaciones de auténtica lealtad. Y eso tiene un valor.
Somos equilibristas. Siempre caminando sobre la cuerda floja. Nuestros niveles de alto desempeño no sólo nos mantienen sobre el delgado hilo de nuestra profesión sino que también generan el extasiante aplauso del público. Pero uno siempre tiene la impresión de que allá abajo, entre el público, alguien espera vernos caer.
Imagina tu evento y cuéntanoslo. O mejor aún...deja que nos lo imaginemos nosotros.
Nos encanta el vértigo de caminar sobre la cuerda floja.