18 feb. 2008

Naturaleza Viva


Naturaleza viva, divina, provocativa, pecadora e intocable, al menos para los organizadores que sufrimos horrores escogiendo el menú en la oficina y sufrimos más todavía durante el evento, viendo cómo estas hermosas mesas llenas de quesos importados, panes de todo tipo y postres y dulces deliciosos, desaparecen de nuestra vista sin que nuestros paladares hayan podido comprobar sus bondades.

Bueno, hay excepciones.
A veces el capitán se compadece y nos mete en la cocina a pellizcar lo que de allí saldrá en decoradas bandejas.
Ni hablemos de los tequeños, nuestra única cena en múltiples eventos.
Por eso decimos que trabajamos donde los demás se divierten.
Qué le vamos a hacer. Los productores de eventos pertenecemos a una raza siniestra.
Se sufre pero se goza.